jueves, 8 de marzo de 2007

Una Raya Para Determinar que es Oposición en el Perú

Los nacionalistas por la misma razón de nacer de las canteras del ejército deben hacer un breve recuento de lo que significó el APRA [1] para no volver a caer en los mismo “errores”, si le podemos denominar de esa manera a la Alianza tejida entre éstos y el Aprismo. La historia de la Dictadura Civil de Leguía, que disolvió el congreso convocando a una Asamblea Nacional con el fin de dar una nueva Constitución que estuviese a sus servicios, asamblea que reconoció el triunfo electoral de Leguía y le otorgo el título de Presidente Constitucional, debe mostrarnos el carácter de una constituyente. Cuando se volvió tirano, el rol del ejercito en sus 11 años, fue el de mantener el régimen y sostenerlo contra la opinión y voluntad popular. Hay que tener en cuenta también señores NACIONALISTAS, el primer pacto tácito entre el APRA y la Clase Oligárquica, precursor de los demás que han de celebrarse después en la historia, aquel en el cual el Congreso Constituyente coincidió con el APRA en exaltar a la Presidencia a un Militar Oscar R. Benavides, aún cuando la constitución que se acababa de promulgar días antes la prohibía en su Art. 137 que se pueda elegir presidente “a los miembros de las Fuerzas Armadas que se hallen en servicio”. Pero, ¿Qué importa, como que importa ahora, infringir una prescripción constitucional? Al final el APRA cumplió con su compromiso de eliminar físicamente a Sánchez Cerro, y Benavides con el suyo de poner en libertad al Jefe del Partido de la Alianza Popular Revolucionaria Americana. Lo que no cumplió Benavides fue en convocar a elecciones amparado por la elección parlamentaria y tampoco en convocar a complementarias para cubrir las 23 vacantes dejadas por los representantes apristas desaforados por Sánchez Cerro, elecciones que había ofrecido verbalmente a Haya de la Torre[2] . Naturalmente el APRA paso a jugar su carta “alternativa”, volverse oposición y luego a la clandestinidad, de esta manera sus militantes hacían alardes de gallardía y valor y sus líderes pregonaban “Justicia Social”, empero, la batalla se libraba más contra la dictadura que por la obtención de conquistas en beneficios del Pueblo. Mientras los militantes apristas y simpatizantes de batían y morían por sus ideas, los dirigentes del Partido brillaban por su ausencia, y el Jefe, Haya de la Torre estaba muy bien protegido en la casa del primo y cuñado del Dictador, Augusto Benavides Canseco. Esta posible contradicción era solamente aparente. En el fondo dichas sublevaciones no contaban con el apoyo oficial del Partido –Como hoy en día se dice: “Alan más gobierna con la derecha que con el PAP”– con la única diferencia de que ahora el PAP ya no es la dirigencia de una masa descontenta sino más bien es una cúpula encapsulada en el Poder, con mayor oportunidades para traicionar desde arriba y ya no como en antaño cuando simples demagogos que pregonaban “REVOLUCIÓN” lanzaban a la masa enardecida al sacrificio, para luego a la hora de las grandes decisiones, eludir toda responsabilidad y llevar a la TRACIÓN a sus propios militantes “para no comprometer al partido”. No tenía nada de extraño el que existiera una conspiración. Haya de la Torre jugo siempre con doble juego de cartas las unas “políticas” según decía y las otras de carácter conspirativo. Cosa análoga sucedió cuando salió elegido Bustamante y Rivero en 1945 con la diferencia que en esta vez el juego político fue hecho al descubierto, en cambio, en 1939 las cartas políticas se jugaron en forma clandestina seguramente por el rubor que todavía tenían los dirigentes APRISTAS. Sin embargo, es posible también que la supuesta conspiración careciera de la seriedad necesaria, que sólo fuera una forma de ocultar a los sectores revolucionarios del APRA la verdadera actitud entreguista del Partido. Este modo de proceder ha sido también del agrado de Haya, así sucedió en 1948 cuando alentaba una Revolución que sin embargo la saboteaba y delataba para que triunfarán las “Cartas Políticas”.La Realidad se ha revertido para estas épocas, el APRA ya no es el que Apoya y juega la carta conspirativa como alternativa, porque ahora, tiene el poder suficiente como para no tener la necesidad de jugar esa carta y esto hay que tenerlo muy en claro porque a un verdadero marxista no se le esta permitido caminar sobre frases altisonantes enunciadas como una gran necesidad, debemos analizar ante todo las peculiaridades concretas de cada momento histórico pero siempre en relación directa con el desarrollo espiral de los hechos para no eludir la historia. Nosotros seremos fieles a esta exigencia, indiscutiblemente obligatoria desde el punto de vista de fundamentación científica de la Política. Ya que sin colocar en primer plano el desenmascaramiento sistemático e implacable de las ilusiones constitucionalistas, sin poner al desnudo sus raíces y sin restablecer la perspectiva política justa, es imposible por completo dar un solo paso hacia el planteamiento acerca de las tareas tácticas en el Perú de nuestros días.Los conocimientos ya esbozados de cómo el APRA maneja su política partidaria en la historia son claras, con la única diferencia de que ahora son poder, están aliados a la DERECHA y actúan bajo las normas fujimontesinistas y con el apoyo de todo su equipo dictatorial. Política que se sustenta en dos cartas “la política” y la conspirativa, es decir, con la una acuerda y con la otra prepara el boicot. Y a esto el NACIONALISMO al mismo estilo de toda nuestra política republicana- llena de errores en las tácticas planteadas- llama a caer en los “YERROS” y a decir: Sí al ENTREGUISMO, a la UNIDAD en una masa amorfa con el APRISMO. A cederle la posta para que se legitime, como su mismo líder confeso en una entrevista al diario “Nuestra Bandera”[3] de Febrero del 2007.La convocatoria a la Asamblea Constituyente fue prometida ya por Alan García y exclamados efusivamente en todos los diarios peruanos sin excepción: " Es necesario llamar a Asamblea con el fin de añadirle a la letra Pena de Muerte para esto y lo otros". Es decir el gobierno aprista ha reconocido que su tarea principal consiste en llevar al País a la Asamblea Constituyente, y de que esta sea inútil e impotente (ya que Buscar verdaderas soluciones a los males del Perú, nada tiene que ver con Asambleas Constituyentes, o elecciones generales, o cualquier otro tipo de evento electoral digitado desde el Estado), Ollanta Humala, el que quiere dirigir las izquierdas y el destino de la política nacional en general dice: “Es imposible que se de una constitución a la Forma APRISTA, -y a la vez- … no hay ninguna garantía. Al final, esa constitución mas neoliberal que la actual tendrá que implosionar por la misma realidad social del país que no va aguantar” muy claro el pensamiento: no se puede, pero si puede, y se dará y el país no soportará, esas son las demagogias a las que tan acostumbrada nos tienen nuestros “posibles representantes” un cúmulo de frases y sinsentidos que son del día a día la forma de desviar a las masas de su liberación. Puesto que el camino del pueblo descansa en lo fundamental en la organización política de los oprimidos (su partido), y en la lucha decidida que desarrollen para liquidar de una vez por todas las injusticias, el hambre, la miseria, y la corrupción. Esta lucha es contra el Estado y el sistema imperante. Es contra los burgueses y terratenientes. Esta lucha para ser verdadera, tiene que apuntar contra los grupos de poder, el imperialismo, y sus lacayos políticos de izquierda y derecha. Por eso es oportuno definir de una vez, que los planteamientos deben estar dentro del contexto y en un marco de relación directa con la historia, que nos pueda permitir conocer con claridad que la transición a un Gobierno Popular, como literalmente lo expresa la palabra DEMOCRACIA descompuesta en sus raíces, pasa por olvidar el “YO CREO” que nos plantea OLLANTA sobre la Constituyente, de lo cual la historia “Republicana” nos da clara muestra de lo que significo en estos sus más de 185 años de gobiernos y del aporte real que han dado al problema concreto del poblador peruano,. En ese sentido deberíamos definir que significa UNIDAD para así poder dar un verdadero giro táctico que nos pueda llevar a la victoria. Puesto que siendo ésta, una causa que tiene origen directo en una plataforma o programa, aún así “No todas las elaboraciones valen para avanzar, sostener lo contrario sería decir que todos los partidos son revolucionarios. Existen saltos dialécticos pero también los hay hacia atrás o al vacío y no estamos por los retrocesos involutivos. Una política mal formulada un programa mas concebido[4] nos conduce al equívoco y de allí a la derrota”.La Unidad siendo así, debe girar en torno a la coyuntura, al descontento social, que generalizado pueda crear en éstos un grado de necesidad y conciencia de organización política, que nos permita sentar una estructura que pueda educar y movilizar a las masas en su actividad transformadora, no es como lo platean: “Todo gira en torno a una Constitución”. El problema económico que es la causa fundamental de la crisis de la sociedad y que abarca a las demás, como : la falta de oportunidades, la marginalidad, el nulo desarrollo de la calidad de vida, no se soluciona ni se solucionará en un papel más, La estructura que se plantea en torno a la Constituyente y a la concientización de instruir en los “beneficios” de ésta, es una estructura sin cimientos, es más, no es un llamado a consolidar un bloque opositor, sólo se trata de un acuerdo para convertirnos en obreros de su posición, contrato que se extinguirá cuando el APRA vea satisfacer sus pretensiones represivas y genocida contra los “terroristas” dentro del PAPEL como es el caso del actual Alcalde de Parcoy –luchador social castigado con 10 años de cárcel por luchar contra una empresa minera “Nuevo Horizonte S.A.” que contamina su comunidad y atropella la dignidad de todo un pueblo- “Terrorista” desde luego. Ni siquiera se nos plantea una unidad en función a una plataforma reivindicativa en el mejor de los casos, que pueda congregar a los verdaderos afectados por esta política neoliberal, nada de eso a lo que se nos llama es darle forma de agente Revolucionario al Estado Burgués, incentivando como uno de sus medidas a Armarlos sin considerar que este órgano militar esta compuesto por el pueblo que tiene que asumir la defensa del Estado Burgués por los “Errores” de los gobernantes que incitan a la guerra entre países, entre hermanos, y no entre ellos. Se nos invita a formar oposición dentro del congreso (sacados de las clase media) a través de escuelas nacionalistas, cuando en realidad necesitamos formar cuadros dentro de la clase pobre y para la clase pobre, necesitamos en otra palabras construir en el seno de la clase trabajadora.Ahora bien, la estupidez de estas ilusiones constitucionalistas del NACIONALISMO son demasiado evidente para que merezca la pena refutarlas especialmente. La escasa solidez teórica de su líder es abrupta para dejarnos inducir por esos errores conceptuales, “Hay que saber desentrañar los primeros pasos para no hacer en la ridícula situación del obtuso filisteo, que se lamentaría del segundo, aunque él mismo haya ayudado a dar el primero”[5]. Sino dejemos constancia de sus afirmaciones para que puedan ser sustento de lo ya mencionado: su embriaguez pequeño burguesa. “Sería tal vez el entierro político de lo que es la izquierda, si es que no asume una actitud de unidad con el NACIONALISMO y demás fuerzas... Esto es un reto de las Fuerzas Populares”. Errada definición de lo que significa la “Aristocracia Partidaria”[6] que es quien ha llevado muchas veces al sacrificio a las Fuerzas Populares por salvaguardar los intereses partidarios. Aristocracia Partidaria, oposición o izquierda, que a decir de Ollanta no han tenido buen resultado y hay que revalorarlas porque como tales -“oposición”- no existen, en contraposición a su partido que esta muy bien organizado y hay coherencia en sus lideres, como lo afirma en el diario ya citado: “Ud. pueden ver que hay bastantes carros, yo no se quienes son, pero están adentro”.Reflexión: No desobedecer la historia y menos por un “YO CREO” que ni idea tiene de lo que significa organización y coherencia teórica y práctica” dentro de un Partido.
Bibliografía:
[1] Víctor Villanueva, “El Militarismo en el Perú”, Empresa Gráfica T Scheuch, Lima 1962 (libro del cual se extrajeron las referencias históricas)
[2] Luís Alberto Sánchez, “Haya de laTorre y el APRA”, Editorial del Pacífico, Stgo. De Chile 1955, Pág. 334
[3] El artículo que da inicio a esta crítica se encuentra en el diario Nuestra Bandera cuyo link es: http://nuestra-bandera.com/articulo.php?id_articulo=13
[4] Tendencia Bolchevique Internacional “Reflexiones críticas y alternativas en torno del Proyecto de Documento Nacional”
[5] Lenin, “Entre dos Revoluciones (Artículos y Discursos de 1917), Editorial Progreso, Moscú - URSS , 1974
[6] Concepto muy bien delimitado en el libro de Marcial Rubios Correa, “Ley de Partidos Políticos: las reglas que nadie quiso aprobar”. Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Mayo 1997.

Chereque Pretel Marco
Vicepresidente de la Comisión de Justicia de la Asociación Cívica de Defensa de los Intereses de la Región La Libertad.
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